El propietario del Chelsea, Roman Abramovich, ha confirmado que ha cedido el cuidado y la administración del club del oeste de Londres en medio del conflicto en curso entre Rusia y Ucrania.
Habiendo sido propietario de los Blues desde 2003, el multimillonario emitió un breve comunicado el sábado por la noche confirmando su decisión, un movimiento que ha dejado muchas dudas sobre el futuro de los actuales campeones de Europa.
Con Abramovich aparentemente dando un paso atrás, los fideicomisarios del brazo caritativo del club, la Fundación Chelsea, ahora parecen tener el control, aunque aún está por verse en qué medida.
Un nombre sorpresa que aún no se ha mencionado es el de la actual directora Marina Granovskaia.
De ascendencia rusa y canadiense, la nueva directora de 47 años ha sido una colega cercano del actual propietario del Chelsea desde 2010.
También era empleada de la otra empresa de Abramovich, Millhouse Capital.
Granovskaia finalmente se unió a los Blues en 2010, y su papel comenzó como representante antes de que se le otorgara un puesto en la junta directiva del club antes de la temporada 2013/14.
Su papel en el oeste de Londres ha seguido creciendo y se le otorgó el estatus de directora ejecutiva en 2014 y desde entonces ha estado en el centro de una serie de tratos de los Blues en el mercado de fichajes.
Sin embargo, su papel no cambiará a raíz de la decisión personal de Abramovich y ella permanece a cargo de todas las decisiones de fútbol.
Los fanáticos del Chelsea probablemente estarán encantados con esa noticia después de ver sus astutas operaciones en el mercado de transferencias durante la última década.
