Los presidentes del Barcelona sabían de los pagos de Negreira: ‘Tenemos que seguir pagando, si queremos que nos respeten’

Barcelona se encuentra bajo una presión cada vez mayor a medida que continúan surgiendo nuevas revelaciones sobre ‘El Caso Negreira’, tras la confirmación de que ellos, junto con los presidentes Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, serían acusados ​​​​de corrupción continua por la Fiscalía española. La idea de que esto era algo que los responsables desconocían parece cada vez más improbable.

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha expresado esta semana su ‘bochorno’ por el tema, mientras que el presidente del Barcelona, ​​Joan Laporta, ha vuelto a defender la inocencia del club atribuyéndolo a una campaña de mala fe.

Hablando en Cadena SER el presentador Manu Carreño cuestionó la idea de que Laporta y los demás presidentes involucrados no supieran de los pagos a la empresa de Enríquez Negreira.

“Hay que explicar por qué Joan Laporta, siendo presidente, pidió que se aumentaran significativamente los pagos a Enríquez Negreira. Extraoficialmente también recibimos declaraciones de algunos expresidentes y vicepresidentes, muchos allegados, muchos exdirectivos en ese momento, cuando llegó la junta directiva de Joan Laporta en 2003. En ese equipo había tres: estaba Joan Laporta, Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell. No podemos comprar que no sabían sobre eso.”

Antes de desvelar detalles de una de las primeras juntas directivas a cargo de Joan Laporta en 2003, en la que se hizo referencia al tema.

“Lo que me dicen no es eso, gente que estuvo allí, que prácticamente en una de las primeras reuniones del Consejo de Administración de Laporta, recién llegados después de tomar posesión, allí Laporta y Rosell reuniéndose con sus directores, y Rosell especialmente tomando la iniciativa, informó a los directivos de lo que había, que ya lo heredaron de Joan Gaspart de la etapa anterior y que ‘si queremos que nos sigan respetando, tenemos que seguir pagando’. Eso lo escucharon los que estaban ahí, o sea, que nadie supiera es un poco raro”.

Rosell y Bartomeu formaron parte de la primera junta de Laporta, antes de convertirse en enemigos divididos dentro de la esfera política de Barcelona.